Biografía y testimonio de nuestro Sensei Juan Rivera

El maestro y guía de cada clase nos comenta su historia y experiencia a continuación.

Como empezar a narrar una historia que se lleva en el corazón, la verdad no lo sé, aún así hare un intento de plasmar en palabras o acontecido en una pequeña vida dedicada al descubrimiento de una «verdad». 

Hace ya muchos años erase un joven con muchas inquietudes, recuerdo que desde muy niño ya me preguntaba cosas que en algún sentido molestaban o inquietaban a mis mayores. 

Sensei Juan Rivera – Sakura Dojo Maipú

Estando de visita en la parcela de unos conocidos divise a lo lejos un grupo de personas vestidas de blanco que se dirigían a un «supuesto dojo», el cual era un lugar abierto en sus contornos, con piso de aserrín forrado con alfombras, ese fue mi primer «tatami», el lugar si bien era paupérrimo, tenía un gran espíritu, tanto en lo físico como en lo interno, a pesar de su humildad, hasta el día de hoy después de tantos años aún recuerdo con amor y cariño esos momentos.

Como olvidar a mi primer Sensei Leonardo Urrutia, a Veronica, Viviana, la Lupita (Q.E.P.D.), Beto, Rodrigo (Q.E.P.D.), y tantos otros que se me olvidan en estos momentos, ¿ que practicaban ? Karate-Do, Ken Shin Kan, me demore un mes en entrar ya que el Sensei me atemorizaba, ¿porqué?, nunca lo supe, solo estaba en mi interior, una vez que ingrese fue algo mágico, ya que se empezaron a dar las respuestas a mis inquietudes, me sentía como una esponja que absorbía todo lo que le enseñaban.

La enseñanza durísima!, el espíritu, siempre templado, solo tengo palabras de agradecimiento hacia todo lo que me enseñaron y aprendí en esa época, todo lo que pude comprender, no solo del Karate – Do, sino que de la vida, trece años duró ese periodo de mi vida en el cual pase por todos los grado, desde 8vo. Kyu (cint. Blanco) hasta 2do. Dan (Cint.Negro). Sería muy largo enumerar las anécdotas, historias, y demases en este tiempo que pase al lado de mi primer Sensei.

Solo me gustaría agregar una frase que en algún momento me dijo, no se si de el, o de alguien mas, pero me impacto y marco mi camino en el arte, «MI MADRE ME DIO EL SER, MI MAESTRO HA HECHO DE MI UN HOMBRE «, fueron trece maravillosos años en los cuales compartimos una vida.

Pero en la vida «nada es eterno«, por razones de evolución y crecimiento personal, nos distanciamos y seguí mi camino con otro profesor, su nombre Edo. Salgado, con el estuve cinco años y también compartimos muchas anécdotas y aventuras, las gracias a este profesor, gracias al cual hoy pertenezco al CUERPO DE ÁRBITROS DE LA FEDERACIÓN DE KARATE-DO DE CHILE, ya que el me inicio en esta disciplina, con el llegue al grado de 3er. Dan, terminando nuestra relación también por motivos profesionales, ya que creo firmemente, que uno siempre debe buscar la evolución en todo aquello que emprenda, posteriormente seguí mi camino al lado del profesor Oscar Garces, con el cual estuve aproximadamente 5 años, con el llegue al grado de 4to.Dan, retirándose de su lado cuando él decide abandonar la escuela para buscar mejores horizontes, y al no estar de acuerdo con ello, yo me quedo en mi escuela KEN SHIN KAN, deseándole obviamente la mejor de las suertes en su nuevo camino, es aquí donde me quiero detener, y hacer una mención aparte, ya que la vivencia así lo demanda.